LA VOZ DEL COLEGIADO. El poder del veterinario

Hace mucho de tiempo que la profesión veterinaria vive con la duda de si los veterinarios realmente estamos o no bien valorados dentro de la sociedad.

Nuestros clientes todavía asocian al veterinario con una experiencia negativa: «Si voy, me costará un ojo de la cara»; «Harán daño a Tobby», «Tendré que sacar tiempo de donde no hay», «Tendré que esperar mucho», «Seguro que le encuentran algo, y el perro/gato está bien».

¿Por qué no cambiamos este mito? ¿Por qué el veterinario, el Col·legi, no hacen un esfuerzo para revertir este hecho? ¿Por qué no unificarnos a favor de un objetivo en común?

Pero en parte, los culpables somos nosotros como profesionales, por no saber valorar lo que somos y lo que tenemos en casa.

Podemos creer en oportunidades siempre y cuando creamos que tenemos potencial. ¿Un colectivo, puede hacerse importante y creerse importante? La respuesta, sin duda, es: ¡Sí!

¿Qué pasos tendríamos que seguir?

1)        Protección de salarios a nivel veterinario, ¿nos ha quedado claro? ¡Creo que no! Sí que es cierto que los veterinarios clínicos ya no hacen los horarios de antes, muchos de vosotros recordaréis las 80 horas a la semana, ¿verdad? Pero tenemos que reflexionar por qué en una promoción de 150 estudiantes hay tan pocos veterinarios clínicos. ¿No os parece que parte del problema ha sido el sueldo y las condiciones laborales?

2)        ¿Cómo puede ser que una comunidad como Cataluña y una provincia como Barcelona sean incapaces de celebrar un congreso? ¡Y ya no digo un congreso de especialidades! ¿Esperamos que los congresos los realicen grandes grupos de compra? ¿No somos suficientes buenos y no tenemos suficientes especialistas para organizar un congreso de especialidades?

3)        ¿Que pensáis, del tema auxiliares? Quizás, parte del problema que tenemos en la veterinaria sea un colectivo mayoritario, capacitado pero no legislado. Ni en los peores oficios están tan mal valorados. El cliente no tiene mucha confianza, y esto principalmente es culpa del sector veterinario y culpa nuestra por no apoyarlos como es debido. Creemos el Col·legi de auxiliares… mejor dicho, de enfermeros veterinarios, puesto que creo que esta denominación corresponde más al que son y a la función que tienen que tener dentro del sector.

4)        Revaloremos lo que somos, que los precios sean inamovibles. Que el precio de una cirugía sea este y no otro. Y que no tengamos que vincularnos a ninguna campaña para ser más visibles, ¡y todavía menos si no está subvencionada por fuentes gubernamentales! ¿Qué quiere decir, que tengamos de rebajar un 50% el precio de una castración? No iremos al dentista y que nos haga un 50% de descuento por una tartrectomía.

5)        Hagamos simbiosis con las empresas y las industrias que apoyan el sector veterinario. Basta de recetar productos o piensos veterinarios explotados en internet y quedar nosotros como auténticos estafadores. ¿No os habéis dado cuenta nunca que casi es más barato comprar por internet que a precio de coste a través de nuestro distribuidor?

6)        ¿Hablamos del IVA? ¿O ya es un tema muy quemado? Matar toros en la plaza está grabado con el 10%, sí, matar… ¡frente al 21% para salvarlos! Y quien me defienda el tema que el toreo es cultura… Un 11% de IVA se nota, y mucho, en las facturas del cliente.

¿No pensáis que, si solucionáramos algunos de estos conflictos, la profesión veterinaria se vería reforzada? ¿No creéis que los enfermeros veterinarios pueden ser la clave de una nueva progresión a nivel del sector? ¿Podemos pensar en estos profesionales como una nueva fuerza para paliar la crisis veterinaria? Creando congresos de especialidades aumentaremos el potencial y la autoestima. Y si además hablamos de un IVA más bajo y colaboramos con empresas de distribución únicamente veterinaria, los márgenes económicos serán más altos, podremos establecer mejores sueldos, las facturas serán menos altas para los propietarios y habrá más veterinarios en la profesión, lo cual aportará competencia sana. Con todo ello, cubriremos las necesidades de personal que sufrimos dentro del sector desde hace tiempo.

Y hasta aquí, parte de mi reivindicación… Un día, si tenemos tiempo, hablaremos de dermatología veterinaria.

Xavier Serra

Colegiado número 4624