Esterilizaciones

El Consejo de Colegios Veterinarios de Cataluña (CCVC) recomienda la esterilización de animales de compañía para proteger su salud y evitar los problemas derivados de la superpoblación. Sin embargo, las falsas creencias sobre la esterilización de las mascotas dificultan su práctica.

En primer lugar, la esterilización permite alargar la vida de las mascotas, ya que reduce las posibilidades de desarrollar enfermedades graves. Por el otro lado, evita los abandonos y que muchos animales terminen en refugios, que cada año ven como aumenta su población.

Además, cabe recordar que la Ley de protección animal prohíbe la cría entre particulares: la debe hacer un profesional, en un núcleo zoológico y bajo la supervisión de un veterinario. La intervención veterinaria es la mejor forma de proteger la salud y el bienestar de los animales. Es importante tener en cuenta que el control de la gestión y, posteriormente, de los cachorros (incluida la socialización, que puede alargarse hasta las 16 semanas de vida) es esencial para la salud física y mental de los animales.

Siete falsas creencias sobre la esterilización

El CCVC ha analizado los tópicos sobre la esterilización de los animales de compañía, entre los que encontramos los siguientes:

Las hembras deben criar, al menos, una vez
En la reproducción animal intervienen, básicamente, procesos hormonales. Por ello, si las hembras están esterilizadas, no tienen ninguna necesidad de reproducirse. Esta necesidad desaparece por completo con la histerectomía, una técnica de castración del ovario.

Tras la esterilización, engordan
Una mascota que se alimenta de forma inadecuada engordará, la operen o no. Así pues, en cualquier caso, se debe tener precaución y control en la comida, y facilitar el ejercicio físico que el animal necesita. Si el animal tiene tendencia a engordar, el veterinario podrá dar instrucciones para tratar de corregir la situación.

La operación da miedo y provoca lástima
Precisamente por este motivo se debe hablar con los veterinarios que cuidan de la salud de los animales de compañía. Encontrarán el mejor momento y la época del año más adecuada para hacerlo, y escogerán las técnicas, las medidas analgésicas y las pruebas previas que la mascota necesite.

La esterilización priva al animal del derecho natural a la reproducción
Si se habla del derecho natural de un animal a la reproducción, también debería hablarse del derecho a vivir de su descendencia, que puede tener que enfrentarse a situaciones de peligro, desatención, abandono y muerte, entre otros. No se puede humanizar a las mascotas. No se debe perder de vista que la reproducción de los animales está regida por el instinto, que se rige por ciclos hormonales, y que estos se pueden eliminar con la esterilización.

Hace ilusión asistir a un nacimiento
Asistir al nacimiento de la vida es, por supuesto, un hecho maravilloso y, en efecto, sirve para aprender a respetar y cuidar a los animales. Sin embargo, esta experiencia se puede vivir en un refugio de animales, donde tarde o temprano habrá partos. Además, es importante tener en cuenta que los partos deben ser preparados con un veterinario, para reaccionar ante cualquier posible complicación.

La perpetuación de la descendencia
Ningún descendiente será idéntico a la mascota que lo engendra. Por ello, los veterinarios siempre recomiendan disfrutar-la al máximo mientras dure. Cuando muera, se puede compartir la vida con otra mascota, que será igual de especial. Los veterinarios son expertos en la orientación a los propietarios en estos procesos.

La responsabilización de les crías
Los animales recién nacidos acostumbran a ofrecerse a personas próximas y de confianza. Si cada una de estas personas quisiera cumplir la ilusión de asistir a un nacimiento, estaríamos hablando de un número de animales muy difícil de atender y gestionar con el paso del tiempo.

Consideraciones veterinarias para la esterilización
Las técnicas para esterilizar machos y hembras son diferentes. El veterinario indicará la mejor época del año para esterilizar a una mascota. Solo su médico, que la conoce y sabe cómo va a reaccionar, puede saber con certeza cuál es el mejor momento y la técnica más adecuada.

Se debe tener en cuenta que el momento idóneo para esterilizar una hembra ha cambiado, debido a la transformación de las costumbres y las condiciones de vida de las personas.
Normalmente, las perras entran en celo a finales de invierno y en verano, para parir en primavera y otoño.  Sin embargo, actualmente con la generalización de la climatización y la iluminación artificial de las viviendas, se produce un efecto primaveral de carácter permanente en los entornos domésticos en los que viven la mayoría de las mascotas. Así, las perras y gatas se pueden poner en celo en cualquier momento del año.